LOS IMPRESENTABLES

LOS IMPRESENTABLES

El aristócrata Mailhos declara como impresentable al Pepe Mujica.
Otro aristócrata, hijo de un dictador criminal, se queja de que Mujica haya osado pisar el Conrad donde creía que entraban solamente sus pares.
Otro “de cuna”, con linaje de más de 150 años en nuestro país, abogado, pretende dar clases de agronomía al Ministro Agazzi y a sus técnicos.
Un profesor, que no hace honor a sus antecesores, líder de planchas, muestra desprecio por nuestra Ministra (por ser mujer, que no lo hubiera hecho de un ministro).
El Diario El Telégrafo trata de “tonto” a aquel que cumple con las normas de tránsito.

Si tomamos estas cosas como “personales” entre quienes las expresan y sus destinatarios, estamos como asistiendo a una “riña de gallos”.

Estos son feroces ataques a la “mitad más uno” de los ciudadanos de este país que elegimos a esas personas como nuestras representantes. En el caso de El Telégrafo a más del 90% de la población sin distinción de partidos. No hay que dejarlos pasar.

Tampoco hay que seguirles la corriente discriminatoria e insultar a personas, sino atacar a su ideología:

Decirle “aristócrata” a alguien siempre fue un “homenaje”, lo mismo que “de cuna”.
Decir “dictador criminal” es referirse a un procesamiento de la Justicia con cárcel domiciliaria (aunque es bueno recordar que aún no hay sentencia firme y que a todos debemos suponer inocentes hasta que su culpabilidad no sea demostrada y sea sentenciado).
Nombrar un “linaje de más de 150 años” es referirse a una expresión utilizada hace poco por el interesado, refiriéndose a su propia familia.
Nombrar títulos como “profesor” o “abogado” es definir sus profesiones elegidas por ellos mismos.
Decir que alguien no hace honor a sus antecesores es homenajear a su familia.
Llamar “líder” es también un homenaje por una rara cualidad que pocas personas tienen.
Usar el término “plancha” es utilizar el nombre de un movimiento que también fue elegido por sus adeptos).

No es insultar.

Decir: “hondo odio de clase” es definir una ideología y lamentablemente, existe tanto de un lado como del otro.

El Dr. Lacalle, hace unos días en una entrevista que le hiciera en Punta del Este el periodista Sergio Gorzy, se lamentó de lo que sucede en “un país tan democrático como Estados Unidos”, donde en las campañas electorales se usa meterse en la vida privada de los candidatos, a fin de encontrarles dichos o actitudes que puedan servir para descalificar a los mismos. Dijo además que en nuestro país eso no se acostumbra – “Gracias a Dios” – Creo que no se refirió a los dichos de Mailhos, Bordaberry o Flores porque la entrevista fue anterior a éstos, pero no sé que dría hoy de esas expresiones.

No caigamos en la “trampa”. Usemos nuestro Plan de Gobierno futuro y las acciones del Gobierno actual, para demostrar las “hondas diferencias que nos separan”.

Contémosle a los ciudadanos de este país, hechos y sucesos de todos los gobiernos democráticos desde 1985 hasta 2005, que en esos veinte años hay más para descalificar a estos señores y a sus partidos, que las que podemos lograr gritándoles: “vayanse tuitos a la puta, no quiero sabandijas en mi rancho”, aunque lo pensemos.

Y en otro orden de cosas, como se suele decir, se hizo una declaración que cualquiera la tomaría como la de un Comité de Base:

“Centrar la campaña electoral en el análisis de la situación nacional, en las necesidades de la gente y en la definición de las propuestas para solucionar los problemas que afligen a nuestros compatriotas, y que permitan mejorar su calidad de vida igualando hacia arriba, y de esa manera brindarle a la ciudadanía la oportunidad de elegir un presidente, un Presidente, un equipo y una propuesta que garanticen el cumplimiento de los compromisos que se asumen en el transcurso de la campaña electoral".

Bueno, no, ésta es la Declaración efectuada, hace pocos días, en La Paloma por el Partido Nacional, sector herrerista.

Va a ser difícil empardársela.

Pero quizás podríamos decir:
“los maracanases que vienen del pueblo
a elogiar divisas ya desmerecidas
y hacernos promesas que nunca cumplieron”

Si viviera, Serafín J. García, nos ayudaría mucho en esta campaña.

Lo mismo que Aníbal:
“Que tiemblen de la Patria, los tiranos!
vencer es la consigna, el triunfo es nuestro!

Lo mismo que Alfredo:
“Detrás de cada puerta está alerta mi pueblo;
Y ya nadie podrá
Silenciar su canción.
Y mañana también cantará”.

Lo mismo que Artigas.
“En lo sucesivo solo se vea entre nosotros una gran familia”.


Hernán Zunín
25/01/2009